Fue el mayordomo
Esta vez fuiste tú quien llamó a la policía, a gritos por la ventana. Mientras lo hacías, seguramente te asaltaron los recuerdos de cuando los más famosos detectives venían hasta tu puerta para rogar por tu ayuda en los casos más difíciles. Uno tras otro, cada crimen y su solución fueron forjando tu fama inmortal. Luego vinieron las legiones de admiradores que la esparcieron con reverencia por todo el orbe. ...