Ayer y hoy
Los problemas son fáciles de resolver cuando ya pasaron. A la distancia, todo parece obvio. Me sorprende ahora ver con tanta claridad los eventos que me trajeron hasta aquí, y pensar que con cambiar uno solo —una decisión, una ausencia, una palabra dicha a destiempo—, todo pudo haber sido distinto. Si mi padre no hubiera muerto el año pasado. Si no me hubiera dejado esta casa vieja, a la que me mudé hace un mes. Si yo no hubiera renunciado a ese trabajo que odiaba. Si Rubén no se hubiera ido con otra. ...