Autorretrato

Abre los ojos. Hoy toca mirar de verdad. Frente a ti está el espejo de todos los días, ese que cruzas siempre apurado, para esquivar conversaciones incómodas. Esta vez no basta con acomodarte el cabello, como si eso pudiera borrar las grietas del tiempo. No puedes simplemente desviar la mirada o parpadear hasta que desaparezcan. La sombra en tu rostro no se va. Tic-tac, tic-tac. Toma el pincel, deja que el olor de los óleos inunde la habitación y comienza a trazar los rasgos que ves. No empieces por los ojos, que son tramposos: si los miras demasiado, reflejan lo que ya no existe. Estos ojos que te miran desde el espejo están apagados. No muestran las veces que quisiste cambiar de rumbo y no lo hiciste, atrapado en la dulce trampa de la rutina, esa que llamaste «responsabilidad» pero que, en el fondo, era apatía. ...

2024-12-20 · 7 min · Antonio Saade