En el hoyo

Rosa, mi amor, Esta es probablemente la última vez que te escribo. No he recibido respuesta a ninguna de las cartas que te he enviado desde que estoy aquí, así que no tengo mucha esperanza de que contestes ésta. Ya son años, y aún me cuesta trabajo resignarme a no saber más de ti ni de mis pequeñitos. ¿Pero qué clase de mujer eres que puedes torturarme así y no sentir nada? He pasado días y noches terribles en este hoyo oscuro, he tenido hambre, he soportado abusos de presos y de guardias, pero nada se compara con la angustia que me provoca tu silencio. Esto no es real, no puede serlo. Es un mal sueño que en algún momento acabará y entonces despertaré junto a ti y junto a los niños. Iremos al parque a volar papalotes y a jugar con el perro, como tantas veces antes. Estar encerrado es tolerable con un poco de imaginación, pero quitarme la esperanza de volverlos a ver es dejarme hundido en esta espantosa realidad. ...

2023-01-20 · 3 min · Antonio Saade