–¿Cómo estuvo tu día?

Ahí está la pregunta otra vez, la misma de todos los días al llegar a casa. Nada más que un trámite mientras ella termina de poner la mesa para cenar. Si este fuera un día normal, la verías a los ojos y le contestarías con alguna historia de oficina. Que si el contador hizo esto o aquello o que viste algo lindo al pasar por una vitrina del Centro. Hoy prefieres no voltearla a ver. Te guardarás de decirle lo aburrido que te sientes o que de regreso a casa arrastras los pies y las ganas. Algún día tendrás que dejar salir estas cosas, tal vez; pero lo que te guardarás siempre, lo sabes muy bien, es que hoy conociste a alguien; que tal vez nunca hubieras imaginado que una chica así te sonreiría y te haría sentir joven de nuevo. Hay cosas que no tiene por qué saber ahora. Está bien, no lo digas, porque ella tampoco te lo dirá todo. No oirás que está harta de tus silencios, de una vida con sordina. Callará, sí, y de su boca no saldrá que ya sabe de tu chica en turno. Que supo que la conocerías cuando la vió ganándose la vida en su esquina y notó un parecido con ella misma cuando era joven. Tampoco te enterarás de que platicaron de ti cosas que tú mismo no entiendes y que hasta la ayudó a elegir un vestido como aquel que te gustaba en ella, solo para llamar tu atención. Pero lo que de seguro nunca, nunca te dirá es que desde hace días no deja de pensar en esa esquina apartada en la que te esperará su cuidador –su padrote– y algunos de sus amigos cuando vayas con ella del brazo mañana. Buenas noches, corazón.

Tarea: Elaborar un cuento de libre extensión en voz narrativa de segunda persona, bajo el título de SEÑUELO que trate un tema de suspenso (intriga, misterio, terror, policiaco).