Algunos apuntes para cuentos, siguiendo las instrucciones: Elaborar un cuento del subgénero de “Terror”, de libre extensión y voz narrativa en primera persona (donde se perciba y se proyecte el miedo) conteniendo, de manera implícita, ciertas dosis de sentido del humor.
- Las alas de la desgracia
Oigo el revolotear de sus alas y casi siento sus afilados colmillos sobre mi cuello. ¡Qué desgracia! Yo que pensé que lo había dejado atrás, que lo había evadido, pero aquí está, justo detrás de mí. Creo que aún puedo lograrlo. Veo la luz del sol al final del pasillo. Solo unos pasos más y el conde transilvano jamás podrá alcanzarme. Un poco más y seré libre. ¿Pero qué es esto? ¿De dónde salió esta reja? ¡No! ¡Ahí viene! ¡Ya llega! ¡Noooo!
2. Terrores nocturnos
Debo calmarme, lo sé, pero esto me rebasa. ¡Falta tan poco! Ya llega. El sol ha comenzado a desaparecer y presiento que ahí viene. Como cada noche, se acerca y no tengo a dónde escapar. Lo he intentado todo sin éxito. Tal vez si respiro despacio, esta sensación de pánico desaparecerá. No lo sé. No puedo controlar el temblor ni la falta de aire. Tengo miedo. Ya está aquí. ¡El horror! Sí, tal vez para otros sea solo un niño que va a la cama a acostarse. Para mí, que soy apenas un muñeco de peluche, es un monstruo espantoso que me estruja, me chupa, me asfixia. ¿No hay nadie que me pueda ayudar?
3. Las brujas del arrabal
Cuando me dijeron que el lugar estaba embrujado, debí hacerles caso. Pero no, claro, tenía que comprobarlo por mí mismo. Imbécil. Y aquí estoy ahora, inmóvil, paralizado por algún hechizo que soy incapaz de romper. Rodeado por súcubos que danzan tan cerca de mí este baile diabólico y obsceno. La cadencia lujuriosa de estos espíritus malignos me hipnotiza y me prepara para el sacrificio. Tiemblo, mientras el sudor recorre mi cuerpo y mi rostro. Apenas puedo enfocar la mirada. Impotente, cierro los ojos imaginando que pronto llegará el final. Entre el baile de las muchachas y todo lo que he bebido, probablemente tendré que dejar empeñado el reloj.