El uniforme
No hay tema que cause mayor división en la sociedad que el del uniforme. Nada tiene mayor trascendencia o profundidad. Uno diría que, junto con la religión y la política, este es un asunto de los que es mejor no hablar en la mesa. Basta dejar caer la palabrita en cualquier reunión para dar inicio a las hostilidades. Súbitamente, las opiniones se dividen y los ánimos se caldean. En las sociedades de antaño, el uniforme era símbolo de gallardía y disciplina para unos. Un buen partido para las muchachas casaderas. Para los otros, la marca de la cerrazón. ...