Ese sí que es un puesto para ti. Tú puedes ser candidata y de seguro ganarás. ¿Qué mejor que alguien como tú? Trabajadora, de origen humilde, exitosa. La gente te conoce y te apoyará. ¿Para qué conformarte con la dirección de relaciones públicas? No, tú puedes ser la siguiente directora general. Anda, anímate, te apoyaremos. Eso, muy bien, señora candidata. Solo acuérdate de nosotros cuando seas la jefa.
Ahora hay que tomar una línea dura. No, claro que no es demasiado ni afectará a tu imagen. Al contrario, quedarás como una mujer fuerte y firme, preocupada por el futuro de la empresa. Eso, lánzale tus puyas, dile sus verdades. Sigue así y ganarás. Es un gran puesto y es para ti. ¿Qué por qué no estamos más involucrados? Claro que sí, solo es que en público no queremos hacerte sombre. Dejamos que te luzcas tú. Pero sigue, pégale. Se lo merece, siempre ha sido un truhán y ya toca un cambio. Más duro, que todos lo sepan.
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