Inshala (Si Dios quiere)
En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso. Una tarde agradable de otoño, mientras la voz del imam llamaba a oración desde un lejano minarete, el califa Harún-al-Rashid mandó avisar a su Gran Visir, Yafar, que lo esperaría en el palacio por la noche. —¡Comendador de los creyentes! Aquí estoy para lo que disponga vuestra majestad. —Visir —le dijo el gobernante— quiero conocer cómo se encuentra nuestro pueblo. Ahora mismo iremos a dar una vuelta por la ciudad para saber lo que se dice. Sobre todo, debo enterarme de si los oficiales que administran la justicia están o no cumpliendo con su deber. Mi sobrenombre es El Justo, y debo hacer honor a mi fama. Avisa al instante a Mesrour, el jefe de los eunucos, para que se apreste a salir. ...